VISITAS

Powered By Blogger

lunes, 15 de marzo de 2010

EL CHE Y PERON

Buscando información sobre el encuentro entre el Che y Perón encontré la interesante entrevista realizada por el periodista Ricardo Brizuela al historiador Enrique Pavón Pereyra en cuyo texto indica los comentarios sobre los errores que Guevara cometió en su intento guerrillero en Bolivia.
El sitio en donde extraje la nota se denomina www.miradorsur.com.ar

Camilo Diaz.

“Las fuerzas armadas informaron oficialmente esta tarde sobre un nuevo y sangriento choque con los guerrilleros del sudeste del país, con nueve bajas en el ejército y por lo menos cuatro en las filas insurgentes”. Este cable de la agencia de noticias AP fue publicada el 12 de abril de 1967 por los diarios porteños (en Buenos Aires).

Era el comienzo de la lucha del Che Guevara en Bolivia.
Desde entonces, diversas fuentes especularon sobre la vinculación del guerrillero argentino-cubano con la resistencia peronista de aquella época y recientemente se publicaron referencias sobre una entrevista entre Perón y el Che y un supuesto interés del ex presidente argentino en el operativo guerrillero en Bolivia.



Esta entrevista al historiador Enrique Pavón Pereyra aporta nuevos elementos sobre el tema:

Pregunta: ¿ Existió la entrevista entre Perón y el Che?

Enrique Pavón Pereyra: Si, existió. Una sola entrevista. Tendría que ver mis apuntes en qué fecha exacta se realizó, porque yo llevaba un diario de Perón, pero puedo asegurar que ocurrió después que él intentó el regreso a la Argentina, cuando su avión quedó detenido en el Brasil. Fue poco antes de que el Che iniciara su lucha en Bolivia. La recuerdo muy bien.

P.: ¿Cómo tiene conocimiento usted de la entrevista?

E.P.P.: Porque yo hacía pasar a las visitas, por ejemplo a los embajadores ó personas que previamente había citado Perón. En este caso él me dijo: “Ahí ha venido un sacerdote jesuita, hágalo pasar que lo estoy esperando”. Había una guardia en los portones de entrada que se limitaba a dejar pasar a quienes Perón autorizaba. Yo salgo y me encuentro con el jesuita. Tenía unos anteojos cuadrados sin armazón, con mucho aumento, vestido con ropas talares de la orden. Yo no participo de la reunión, pero luego me manda a llamar para que tome nota después de haber conversado bastante, como era habitual cuando el general quería que algo quedara registrado.

P.: Entonces, usted participó…

E.P.P.: No, no participé. Solamente oí lo sustancial. Y lo sustancial era la negativa de Perón a que se iniciara en Bolivia cualquier operación. La pretensión del Che era que Perón le suministrara hombres… combatientes. El General le contestó como militar: sostuvo que el terreno elegido era demasiado alto – Perón mencionó la altura exacta sobre el nivel del mar – y contó que lo conocía muy bien porque había visitado la región cuando se hizo, sobre ella, una clase del Estado Mayor. Sostuvo que el operativo era inviable por las características propias de la zona: casi despoblada, sin sembradíos cercanos y con los pocos habitantes ajenos a toda motivación. Dijo también que allí había sendas sólo conocidas por baqueanos y que si éstos no colaboraban, las dificultades se multiplicarían. El final de la entrevista fue cortante porque Perón le dijo que como médico, él debería saber que su propia enfermedad – el asma – le impediría moverse en esas alturas. “Usted allí no va a poder ni respirar”, le advirtió. Yo creo que Perón estaba seguro que no lo vería más al Che.

P.: Hace poco tiempo se publicó en un diario de la Capital Federal, una nota donde se afirmaba que el militante peronista Julio Gallego Soto habría estado involucrado en esta entrevista con el “Che” y que él estaba vinculado también con los planes de la guerrilla en Bolivia por encargo de Perón ¿Usted lo conoció a Julio Gallego Soto?

E.P.P.: Si, lo he conocido de toda la vida. Era un hombre de circunstancias, le servía a Perón desde un principio, haciéndole llegar y atendiendo a las necesidades urgentes. No sólo de plata. Era un hombre que tenía acceso a los centros económicos con mucha familiaridad. No tenía aspiraciones económicas. No se le quedaba pegada plata que no le perteneciera en ningún caso. Pero no tuvo nada que ver con la entrevista del Che Guevara y Perón.



P.: Pero tengo entendido que estuvo en un operativo parecido a éste, de manejar fondos para una revolución en la Argentina...

E.P.P.: Si. Incluso yo debo tener las cartas donde Soto da a conocer su enojo por la cancelación de la operación donde realmente estuvo y también una carta de Perón al mismo, disculpándose por la medida tomada…

P.: ¿Por qué se enojó?

E.P.P.: Porque a última hora Perón la deja sin efecto. En la fecha que se refiere el autor de la nota que comentamos, año 1964, se estaba tratando otra operación: Gallego Soto encontró el apoyo del armador griego Aristóteles Onassis que le prometió financiar todo. El asunto consistía en transportar por aire, a una zona entre Tucumán y Salta, a un tercio español de setecientos a ochocientos hombres de la Legión Extranjera, para crear un foco rebelde.

P.: ¿Y quién se opuso? ¿Soto no quiso hacer ese trabajo?

E.P.P.: No, si este sí fue el proyecto que él ideó. Soto trabajaba veinticuatro horas para concretarlo. Pero resulta que el que comandaría la operación sería Roul Salan, famoso general argelino que levantó el ejército de su país, antidegaullista, que también aplastó el movimiento independentista de Argel con mano durísima y cruel, con un costo tremendo en vidas humanas para el bando rebelde separatista. Cuando Perón se enteró dijo: “de ninguna manera, ni hablar”. Gallego Soto estaba en Lisboa, pero se oyó hasta en Madrid el eco de su furia por la negativa de Perón. Además, el general quería preservar también su relación con De Gaulle y no inmiscuirse con un personaje como Roul Salan. Esta es la verdadera historia de la entrevista de Perón con el Che.

Entrevista publicada por Diarios de Argentina el 11 de abril de 1999, distribuída por INFOSIC Agencia de Noticias.





Nota al margen:
El Che Guevara visitó a Juan domingo Perón en la residencia de Puerta de Hierro de Madrid antes de lanzarse a su aventura en Bolivia.
Esta nota cuenta las viviencias de esa cita donde el Che lució las dotes de transformista que lo caracterizaron y que le permitieron ocultar su verdadera identidad en muchos escenarios del mundo.
Vestido de sacerdote jesuita ("se le veía hasta la tonsura en la cabeza, dice Pavón Pereyra") conversó con el líder del peronismo.

Fotografías:
Es poco conocido que el Che Guevara era un excelente fotógrafo. En realidad, esta profesión le ayudó a recorrer América y gracias a ella conoció en México a Fidel Castro. Posteriormente, ya como miembro del Gobierno de Cuba y después como simple militante revolucionario, registró con una cámara sus viajes a diversos países.
La primer foto corresponde a un autoretrato en su años de juventud. La segunda es del fotógrafo Korda y se transformó en un ícono de la historia universal. En la tercera aparece Korda teniendo como fondo su obra mas famosa.

El entrevistado:
Enrique Pavón Pereyra acompañó al general Juan Domingo Perón durante gran parte del exilio del ex presidente argentino. Desde que éste inició las obras de su casa en Madrid, le asistió en la atención, registro y redacción de documentos generados en Puerta de Hierro. Esto le permitió acumular un importante archivo documental.
En esta nota se refiere también a un ofrecimiento de Onassis para financiar una revuelta en Argentina.
Ejerció el periodismo, es escritor e historiador. Entre su extensa obra hay que destacar: “Perón tal como es”, “Diario Secreto de Perón”, “El hombre del destino” (en fascículos), “Perón, memorial de Puerta de Hierro” , “Yo, Perón”, y otros títulos.


Nota:

* El autor:
Ricardo E. Brizuela es periodista, escritor (SADE 6283) y especialista en comunicación, de nacionalidad argentina.
Se especializó en trabajos de investigación histórica, habiendo publicado hasta la fecha mas de 200 monografías con diversos temas de esta disciplina y economía, en diferentes medios de varios países.
La primera edición del libro Pasajeros de la Historia se publicó en Buenos Aires en 1993.
Actualmente el autor se desempeña como consultor de empresas en comunicaciones, al frente de su estudio, en toda el área de Latino América.
Su lugar de residencia permanente es Santiago de Chile.